¡Buenos días! ¿Cómo van esas vacaciones? Espero que disfrutando a tope, como nosotros. Hoy vengo con un post muy práctico que espero que os pueda ayudar. No hay día que no me pregunten (por la calle o por las redes) por las sandalias de goma de Berta, así que he pensado en contaros cuales son las que lleva en el día a día, y otras opciones que hemos probado y me encantan. Y además, un truquillo para personalizarlas, identificarlas y no perderlas. ¿qué te parece?.
- Las cangrejeras de Igor. Por recomendación de Carmina, de Leopótamo, se las compré a los dos el año pasado. Berta no se puso otro calzado en todo el verano, así que tenía claro que quería repetir. Es muy, muy delicada para el calzado y para la ropa, no soporta las hebillas, los lazos y todo lo superfluo. Yo iba con miedo de que le hicieran daño y no las quisiera, pero son geniales. Este año a Bruno le han molestado un poco los dos primeros días, pero se las puse con calcetines y ahora ya las tiene domadas. Las recomiendo 100%, son perfectas para meterse con ellas en las fuentes y seguir trotando. Este año las hemos cogido en azul para Bruno y azul y rosa para Berta, pero tienen tantos colores que no descarto acercarme a ver a Carmina antes de irnos de vacaciones…¡ahora que están en rebajas!.
- Melissa. Berta fue la primera en usarlas, con dos años, unas Mini Melissa con una carita de gato que aún tengo guardadas porque eran de morir de amor. Después caí yo, y aluciné con lo cómodo que podía ser un zapato de goma. He usado sus cangrejeras en dorado (lloré cuando se me rompieron) y ahora las tengo en negro, y me flipan. Son blanditas, el pie no suda y no hacen daño. Se pueden mojar (yo me metí con ellas en el río) y van con todo. ¡No se puede pedir más!
- Crocs. Sé que es un clásico, pero si no has probado las originales, te invito a hacerlo. Son súper ligeras, no hacen nada de daño y no tienen nada que ver con las imitaciones. Además, duran bastante, porque tallan dos números en uno. Nosotros siempre tenemos un par, en invierno y en verano, porque son las que usamos para ir a la piscina. Son imprescindibles en los viajes, para salir del baño, y para estar por casa en invierno con un par de calcetines. Me gustan tanto que a veces he pensado en cogerme unas…¡pero todavía no he sucumbido a la comodidad!.
EL TRUCO: ETIQUETAS PARA MARCARLAS Y PERSONALIZARLAS
Conocí las etiquetas para marcar la ropa de Petit Fernand hace dos años, cuando Berta empezó el colegio. No soy muy manitas y la opción de poner el nombre con un rotulador especial, como me decían en la mercería, no me convencía. Hice un pedido de etiquetas termoadhesivas, de las que se pegan con la plancha. Las pegué la noche antes del empezar el cole, con todo mi amor y una lagrimita en el ojo, en la sudadera, camiseta y el babi. Dos años después, las etiquetas están intactas, después de mil lavados, por lo que tenía claro que quería las mismas para Bruno.
Este año, al repetir mi pedido, he descubierto las etiquetas adhesivas que se pegan directamente en las etiquetas de la ropa, con las que no hay que sacar ni la plancha, y las etiquetas adhesivas para objetos, con las que hemos personalizado nuestras Crocs para no perderlas en la piscina.
A favor: A Berta le ha encantado elegirlas y personalizarlas (ha elegido un cupcake rosa). A Bruno le gustaban todas pero finalmente se ha decidido por las del skate que le encanta (está empeñado en que quiere uno, ¿alguien sabe desde qué edad pueden empezar a practicar?). Además de los zapatos, me han encantado para poner el nombre en la taza que llevan al cole, porque aunque lo escribas con rotulador permanente, se acaba borrando. El pedido fue súper rápido y lo que más me gusta es que llega directamente al buzón, por lo que no hay que estar pendiente del mensajero. ¡100% recomendables!. ¿Te gusta cómo nos han quedado?
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