Estos días en el pueblo hemos bajado el ritmo. Hacía mucho que no cocinaba con los niños. A Berta le encanta preparar repostería, y con el calor encender el horno en Madrid era misión imposible. Pero las casas de pueblo siempre están fresquitas, ¿verdad?. Aunque fuera no se pueda parar, dentro casi se necesita chaqueta. Hemos tenido un montón de amigos alrededor del patio estos días, la excusa perfecta para preparar algo dulce y no tener que comértelo sólo. Os dejo estas dos recetas de magdalenas sencillas que nos encantan.
Las magdalenas de chocolate son las favoritas de Berta. Durante el invierno las preparamos casi cada semana, y son tan sencillas que las hace ella de principio a fin. Yo le preparo los cuencos con los ingredientes medidos, y ella los va añadiendo. La preparación no tiene ningún secreto, y es difícil que salgan mal. No hace falta batidora ni robot, sólo unas varillas para ir mezclando los ingredientes. Cuando lo hacen los niños yo prefiero que usen tenedor o cuchara de madera, hay menos riesgo de salpicaduras.
Puedes usar harina de fuerza, pero si no la tienes a mano no pasa nada, sólo quedarán un poco más bajas. Como veis a Bruno también le gusta participar.
El momento de añadir el chocolate es el preferido de mi pequeña chef. Siento que la manicura no sea perfecta pero la vida en el campo es muy dura. Su camiseta chula es de Marrón y Negro.
Una vez rellenos los moldes, entre 15 y 20 minutos de cocción deberían ser suficientes, con el horno precalentado a 180º.
Además de esta receta de magdalenas básica para nosotros, te traigo esta otra que acabamos de incorporar a nuestros favoritos.
Es una receta que nos ha enseñado Alienor, la prima francesa que tenemos veraneando con nosotros en el pueblo. Las ha preparado esta semana y creedme, son deliciosas. Me ha sorprendido el sabor tan delicado que tienen, la masa tan fina. Son igual de sencillas de preparar, sólo hay que mezclar los ingredientes con ayuda de unas varillas, tampoco hace falta usar batidora. La cocción en horno es la misma que la de la receta anterior. Con los huevos del pueblo quedan espectaculares…¡probadlas y me decís!
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